LOS MANTECADOS, DULCE TÍPICO, TAMBIÉN PARA MUSULMANES
El mantecado, ese dulce tan tradicional en nuestro país
típico de celebraciones Navideñas (más conocido quizá como polvorón, aunque
este no sería más que una clase de mantecado); podría apostar que en todos los
hogares lo hemos degustado alguna vez. Junto con el mazapán, turrones, roscón…
es uno de esos clásicos que no faltan en las mesas de nuestros hogares en tan
señaladas fechas invernales, quizás el que nunca falta, posiblemente por ser de
los más asequibles, todo sea dicho. Aunque los polvorones son característicos
de Navidad, los mantecados se consumen en toda la geografía española durante
todo el año.
Como hemos visto, el polvorón es una variedad de mantecado
pero, ¿qué otras clases hay y en qué se diferencian? Pues bien, se clasificarían
según ingredientes añadidos a parte de los principales manteca de cerdo, harina
y azúcar:
- Mantecado de almendra: es el más habitual; como
su nombre indica, y aunque también pueden llevarla otros mantecados, contiene
almendra, ya sea triturada o en polvo.
- Mantecado de canela y Ajonjolí: con esencias de
canela y coronado con Ajonjolí, puede hacerse de forma artesanal moldeado a
mano, o mediante fabricación industrial.
- Mantecado de chocolate: el chocolate le da un
sabor y textura característico.
- Mantecado de limón: con ralladura de limón, y su
consecuente sabor.
- Polvorón: contiene almendra en distintas proporciones,
está cubierto de azúcar glass, y se le da forma ovalada.
Polvorones de Estepa
El origen de los mantecados se remonta al siglo XVI, y se
localiza en Andalucía, concretamente en la localidad de Estepa, aunque hay quien
lo atribuye en Antequera. Actualmente, es esta primera población, Estepa, la
que se considera como su principal capital productora: hasta un 98% de los
mantecados y polvorones elaborados en España parten de esta localidad.
Es precisamente en Estepa, de mano de una empresa que se
dedica a la producción y comercialización de este dulce (tradicional en España de
celebraciones derivadas de la religión Cristiana), donde se comenzó a apostar
por la venta de mantecados para musulmanes, superando así ya no sólo límites
geográficos, sino culturales y religiosos. Y es que ya hemos comentado que uno
de los ingredientes principales de los mantecados es la manteca de cerdo, producto
que los musulmanes no pueden consumir. Así pues, la aventura del negocio estaba
en colocar en este mercado un producto que en principio no iba a ser comprado
por la gran mayoría de la población.
La idea, según cuenta a algunos medios de comunicación el
gerente de Productos Gamito, José María Gamito, surgió a partir de un comercial
que trabajaba para la empresa en Melilla. Allí el producto, como en el resto de
España, era demandado, pero una parte de la población no lo compraba debido a
la mencionada manteca de cerdo.
La solución, tras procesos de investigación,
fue sustituir esta manteca por aceite y grasas vegetales: en palabras de
Gamito, “A simple vista parecen iguales; la principal diferencia está en la
textura, el mantecado halal es un poco más compacto”, y “Son un poco más
insípidos que los otros”.
Surtido de productos Halal
Y lo cierto es que el riesgo parece haberse convertido en
éxito, hace ya más de una década que la empresa vende productos aptos para las
normas del islam, llegando a recibir el certificado para su comercialización de
manos del Instituto Halal. Además, la población musulmana consume mantecados
halal durante todo el año, de una manera más regular que en la geografía
española donde la estacionalidad está más marcada por las fiestas de Navidad. Ni que decir tiene que los ingresos de esta empresa han aumentado desde entonces.
Pero, al sustituir lo que digamos es el ingrediente principal
del mantecado, ¿podría seguir denominándose mantecado este dulce?; ¿o podría
considerarse una variedad del mismo, ya que se clasifican según los
ingredientes? Lo cierto es que en Gastronomía, y en este caso en la rama de
Pastelería, el intercambio cultural es una forma indudable de enriquecimiento,
como ya ha quedado patente a lo largo de la historia en los demás ámbitos.
Por Daniel García
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