domingo, 8 de mayo de 2016

El auténtico nacimiento del hojaldre.

Dos historias giran alrededor de esta masa.

La primera nos cuenta que Claude Gelée antes de convertirse en pintor, trabajo donde se consagró, trabajó algún tiempo como pastelero, e intentando conseguir un pan que su padre enfermo pudiera comer bien se le ocurrió la idea de meter mantequilla en una masa de pan. Aunque Claude no contento del todo fue puliendo la masa hasta el punto de eliminar la levadura y establecer los pliegues ideales.

Otra historia, nada descabellada, cuenta que en Francia en una famosa pastelería trabajaba un aprendiz al cual su maestro le mandó hacer una masa y al despistado aprendiz se le olvidó incorporar la mantequilla. Éste nervioso optó por incorporársela plegando la masa una vez tras otra. Cuando su maestro la horneo y la masa subió y surgieron las capas el ayudante admitió su error, error que no importó a su maestro pues acababa de descubrir la masa de mil hojas.

Las dos historias parecen reales y contemporáneas, alrededor del año 1600, pero lo cierto es que ya hay referencias a las masas hojaldradas desde mucho tiempo atrás. Larousse Gastronómica nos cuenta que los antiguos griegos ya hacían hojaldres especiados, y en la antigua Roma y los Aztecas ya elaboraban pasteles de milhojas. Aunque probablemente la cocina islámica es la precursora de este tipo de masas, aunque su elaboración era diferente, se realizaba cada hoja, muy delgada, por separado y, untadas de grasa, se unían, tal como se sigue haciendo en platos como la “pastela marroquí”.
La prueba definitiva es que en una carta del obispo Roberto de Amiens en 1311 se menciona este tipo de masa hojaldrada, mientras que también hay alusiones a una pasta hojaldrada de aceite que se elaboraba con el máximo secreto en la ciudad francesa de Cahor durante el reinado de Carlos V.

Es cierto que quizá no fuera un descubrimiento como tal en la Francia de 1600 pero sí sucedió su pulido, hasta que entorno al año 1800 el repostero Marie-Antoine Carême establece el número de pliegues que debe llevar para una adecuada separación de las hojas.


Por David Tejedor Valle

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